lunes, 22 de octubre de 2012

Hábitos... o un lunes por la mañana en el Metro de Madrid





"Used under permission from Direction Journal"
















Estas preciosas caricaturas me han acompañado todos estos años. Han sido la portada de mi publicidad y han sido siempre un estímulo para la observación de mí misma y de los demás. Un toque de humor cariñoso y compasivo, una guía para ver, para constatar cómo todos esos hábitos, a menudo emocionales, se convirtieron en gestos que cristalizaron a su vez en caracteres (¿o es al contrario?...), en formas de re-accionar, automáticas, inconscientes, también físicas. 
Me he acordado de ellos esta mañana en el Metro de Madrid. 
El Metro de Madrid, en lunes, como en cualquier otro día, es una pecera llena de humanidad, una humanidad como la de mis queridos dibujitos, una pecera de esas a las que los niños pegan la nariz con una mezcla de fascinación y aburrimiento...
Ellos miran, medio hipnotizados por el movimiento de los peces, pero no juzgan. En cambio yo, esta mañana me he visto y he visto mi hábito...
... Hábitos de profesora de Técnica Alexander..., siempre observando portes, cuellos inexistentes, desequilibrios, desigualdades, pero también tristezas, cansancios, impaciencias, miradas veladas, perdidas...  
Y de repente, una mujer despierta, con una mirada brillante y tranquila, me mira. 
¿Qué especie de pez soy yo en esta pecera? 
Ella me mira y yo a ella. 
Una sonrisa... 
...Mantener la mirada aunque sea un segundo más de lo habitual. 
Hoy tenemos ambas la suerte de ser pececillos despiertos. ¿...Mañana...?
Aceptación. Somos uno. Me acepto y acepto a cada uno de mis compañeros de viaje.
¿Que qué tiene que ver esto con la Técnica Alexander?
En la tristeza, en el dolor, también el físico, en su aceptación, está la semilla de lo nuevo, de lo sano, del cambio. 

"En cada hombre, en cada mujer, en cada niño, existe la posibilidad de la perfección física; depende de cada uno conseguirla a través del esfuerzo y la comprensión personales" (F.M. Alexander)

Hoy habría regalado abrazos en el metro de Madrid...
Hoy habría pedido abrazos en el Metro de Madrid...

martes, 16 de octubre de 2012

Tranquilo comienzo...

A punto de comenzar con esta nueva aventura, en este momento preciso, aquí y ahora, voy y me encuentro con este maravilloso texto de Facundo Cabral:
De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo.
Ahora mismo le puedes decir basta a los hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y sólo en este momento. 
Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría, ni sufriste el más grande dolor.
Vacía la copa cada noche para que el destino te la llene de agua nueva a la mañana siguiente. 
Vive de instante en instante, porque eso es la vida.

Me costó muchos años llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar, respetar este momento? Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿porqué te preocupas tanto? No te sientas aparte y olvidado. Tal vez alguien piensa en ti.
En la tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno.
Perdónate, acéptate, reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar la pelea cotidiana, para no desanimarte como algunos, para no tratarte como te trataron las parejas que te quisieron "mal", pero no los culpes porque nadie puede dar lo que no sabe.
Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo.
Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante. 
¡Pero no digas "no puedo" ni en broma porque el inconsciente no tiene sentido de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes! 
Perdona a todos y perdónate, no hay nada como vivir sin enemigos.
Nada peor para uno mismo que el desenfreno del desamor, esa frivolidad que nos acerca a buscar con codicia, la belleza de un cuerpo, pero no la desnudez del alma. Y nos regala relaciones personales de encuentro casual.
No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa remera que llevas ya son ganancia. Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida. Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente. 
Valora el momento presente, y siempre, vuelve a empezar... 





Ojalá mis hijos puedan decir lo mismo, y si no, que estén orgullosos de que, al menos, siempre estuve en camino, dispuesta a volver a empezar.
Bienvenidos a este blog sobre la Técnica Alexander...

agradeceré la compañía en vuestros ratos libres... 
allá voy...